Un poema
Me pides preciosa
amor de mi vida
esposa querida
que escriba una carta
donde yo te diga
por qué yo te amo.
Contesto con verso
porque así describo
lo que yo te digo.
Yo siento preciosa
que eres más hermosa
que el mundo que miro
que ni aun la rosa
ni el bello rocio
se acercan un poco
a lo que te admiro.
Conozco los mares
las altas montañas
los riscos argentos
las playas soleadas
y si los comparo
contigo son nada.
La luz de tus ojos
inundan los míos
y su fondo negro
brilla más que el cielo
que esta iluminado
por bellos luceros.
Tus manos mi vida
son de una princesa
pero más hermosas
que la gran realeza
y tu piel de reina
tan tersa y tan suave
resalta mi vida
sobre la blancura
de la rosa pura.
Por último vida
quiero yo decirte
que al morir un día
yo regresaría por un beso tuyo
y luego me iría
contento y seguro
de que me leerías
en verso y no en prosa
como tú querías.
domingo, 26 de mayo de 2019
sábado, 4 de mayo de 2019
Yo supuse
YO SUPUSE
Yo supuse un día que no me querías,
porque meditabas,
y en el infinito de tu pensamiento
yo no aparecía.
Pero no era cierto lo que yo pensaba, porque comparaba lo que no sabía
con lo que veía.
Y es que yo veía
que todos los días
nuestro Sol precede a la oscura noche
y que el viento corre
cuando mueve el árbol
y a las bellas hojas de la enredadera.
Pero la certeza de que el Sol se pone y que el viento viaja por la acción terrena , no es brillante indicio de que no me quieras.
Lo que yo supuse lo aprendí en la vida y me queda claro de que esa certeza no se relaciona con causas ajenas a los sentimientos sobre mi persona,
y se relaciona con
el fuerte viento, con la oscura noche
y el radiante Sol.
La supuesta cosa que había en mi cabeza
que le dio certeza a mi sinrazón
no se relaciona con lo que tú sientes
allá en lo profundo tu corazón.
Yo supuse un día que no me querías,
porque meditabas,
y en el infinito de tu pensamiento
yo no aparecía.
Pero no era cierto lo que yo pensaba, porque comparaba lo que no sabía
con lo que veía.
Y es que yo veía
que todos los días
nuestro Sol precede a la oscura noche
y que el viento corre
cuando mueve el árbol
y a las bellas hojas de la enredadera.
Pero la certeza de que el Sol se pone y que el viento viaja por la acción terrena , no es brillante indicio de que no me quieras.
Lo que yo supuse lo aprendí en la vida y me queda claro de que esa certeza no se relaciona con causas ajenas a los sentimientos sobre mi persona,
y se relaciona con
el fuerte viento, con la oscura noche
y el radiante Sol.
La supuesta cosa que había en mi cabeza
que le dio certeza a mi sinrazón
no se relaciona con lo que tú sientes
allá en lo profundo tu corazón.
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